Respeto

En el último tiempo he podido constatar la dificultad existente para poder respetar a los demás, veo cómo por años hemos podido escuchar la importancia del respeto y cada tanto me sorprendo con la facilidad que pasamos por encima de otros sin tener mayor respeto. No creo que tengamos problemas en la comprensión de la dimensión de este, ni menos en la importancia que tiene esto para la convivencia, tampoco creo que no tengamos claridad de la necesidad de vivir una cultura de respeto, entonces que nos hace pasar por arriba de esto y romper la dinámica necesaria de respeto. Creo que la raíz está en nuestra propia historia, tal ve revisándola con detalle podríamos comprender que nos hace pensar que tenemos derecho a faltar el respeto a otros, es causa suficiente sentir que otra persona me falto el respeto primero para sentir que puedo dejar de respetar a los demás, es la invalidación qué he sentido el permiso que me otorgo para pasar por sobre acuerdos y convenciones. Creo que el respeto desaparece cuando pensamos que es posible vivir sin la otra persona, romper el respeto es decir no me haces falta, en mi ecosistema, no cabes y puedo entonces deshacer los acuerdos y convenciones establecidos, faltar a ellos es romper nuestro sistema moral, es envenenar nuestras propias convicciones, por dura que sea la experiencia cuida la relación con otros, cuando faltas el respeto lo haces contigo, el otro solamente es un espejo de lo que somos capaces de hacer. Trátate con cariño, si lo haces contigo, podrás hacerlo con otros, la manifestación de la falta de respeto a otros es una señal de cómo te dejaste de mirar a ti mismo. Es fácil descarrilar cuando pierdes el foco en tu balance y en tu equilibro, ese es hoy nuestro máximo desafío cuidar nuestro equilibrio para poder respetarnos unos a otros.